Palacio de los Luna o de los Condes de Morata

septiembre 19, 2008

El Palacio de los Condes de Morata, también llamado Palacio de los Luna, es una casa palacio renacentista del siglo XVI construida por orden de don Pedro Martínez de Luna, primer Conde de Morata y Virrey de Aragón.

El edificio fue diseñado por el arquitecto Martín Gaztelu, que comenzó la construcción en 1551 con ayuda de los canteros Juan de Albistur y Juan de Amezcueta. Las piedras del zócalo provienen de la muralla romana.

A destacar la portada, un arco de medio punto flanqueada por estatuas de gigantes representando a Hércules (dcha.) y Teseo (izq.), talladas por Guillaume Brimbez en 1552. El friso muestra una escena de triunfo de César, flanqueado a la derecha por amorcillos y un vaso de la virtud y a la izquierda por dos faunos. sobre el tímpano, Helios con Aurora y la Luna.

El palacio posee un enorme patio central, de cuatro columnas centrales por lado y además de una en cada esquina. La parte superior, formada por una galería cerrada por columnas, presenta medallones con escudos y bustos en su parte exterior.

Actualmente es la sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y la Audiencia Provincial de Zaragoza (antes Audiencia Territorial).

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La Puerta del Duque de la Victoria

septiembre 18, 2008

La más reciente de las puertas que ha tenido la ciudad y la de más corta existencia.
En principio, se trataba de arquitectura efímera y commemorativa, ya que el proyecto primero consistía en unos arcos de triunfo dedicados a celebrar la visita del general Espartero (apodado ‘Duque de la Victoria’, de ahí el nombre de la puerta) a la ciudad.
Por la precipitación con la que se hizo y la falta de cimientos se derrumbó al poco tiempo y Juan Bruil, ferviente partidario de los liberales, la realizó más tarde en hierro fundido y sobre cimientos de sillares de la cantera de Muel. Esta segunda puerta tenía dos partes laterales para peatones y la central para el tráfico. Se abrió al publico en 1861.
Situada en la plaza de San Miguel desapareció en 1919 y sólo queda un mural recordatorio de la misma, en un edificio anexo.

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El desaparecido Arco de San Roque

septiembre 18, 2008

La actual zona entre el Coso, Plaza Salamero y César Augusto formaba antaño la llamada Morería de Zaragoza, donde las calles principales eran la de Azoque (no coincidente con la actual) y la de la Morería Cerrada, donde residió, por ejemplo, la familia Goya. Todavía queda una calle en la zona, cuya denominación de la Morería, recuerda el nombre del antiguo barrio.

Uno de los elementos arquitectónicos más característicos de la zona, hasta el año 1942, en que fue derribado, era el llamado Arco de San Roque, anexo a la Iglesia de la Mantería, que comunicaba la Morería (actual calle Tte. Coronel Valenzuela) con el Coso.
Actualmente se mantiene su nombre en el actual de Plaza de San Roque, cuyo nombre anterior era Plaza de la Mantería. San Roque era el patrón del gremio de los manteros, ubicados en los aledaños de la plaza.
Esta zona fue uno de los focos de los ataques franceses en los Sitios, en la batalla del 4 de agosto de 1808 y fue defendida por Miguel Salamero, artesano y defensor de la ciudad, junto al convento de Santa Fé y su huerta.

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Goya en Zaragoza

septiembre 18, 2008

Recién clausurada la exitosa exposición Goya e Italia, que ha tenido lugar en el remozado Museo de Zaragoza, la Fundación Goya en Aragón ha editado un folleto informativo-turístico acerca del insigne pintor de Fuendetodos y su relación con Zaragoza.

Pasamos a reproducir parte de sus textos e imágenes…

El 21 de mayo de 1736 se casan en Zaragoza José Goya y Gracia Lucientes.

El matrimonio tuvo lugar en la iglesia de San Miguel de los Navarros, de donde eran parroquianos los abuelos maternos, que aunque vivían en Fuendetodos, pasaban temporadas en la capital.
La familia Goya, de origen guipuzcoano, se había establecido en Fuentes de Jiloca, a principios del siglo XVII.
La familia se estableció en Zaragoza, en la calle Morería Cerrada, nº 12, en la parroquia de San Gil, donde vivirían sus descendientes durante un siglo, al menos (actualmente calle Tte. Coronel Valenzuela).

José Goya se ganaba la vida como dorador, trabajando, entre otros sitios, en la iglesia de San Pablo. Tiene el taller en la parte baja de su casa, y en ocasiones, debe atender encargos fuera de la ciudad.
Al tener cuatro hijos, deciden reformar la casa en que llevan años viviendo.

Se trasladan temporalmente a Fuendetodos, donde nacerá Francisco, en 1746, y pasará unos meses, antes de regresar de nuevo a la capital.

Durante su infancia, visitó en varias ocasiones el pueblo, y posiblemente, realizó la pintura del puertas del armario-relicario de su iglesia.

Según el plano de Zaragoza realizado por Casanovas en 1734, la ciudad tiene unos 400000 habitantes. Amurallada, mantiene sus ocho puertas. La mayoría de las calles son estrechas y sin pavimentar, pero el Coso tiene la misma amplitud que hoy día. La mayor parte de la población se dedica a la agricultura, ya que, gracias al recién creado Canal Imperial, la huerta de Zaragoza es de las más grandes de España.

Las diversiones que ofrece la ciudad son variadas. Destaca el Corral de Comedias, que sufrirá un terrible incencio en 1778 (en el lugar que ocupaba se cinstruitá seguidamente el Teatro Principal). En los días de fiesta se organizan procesiones, bailes y corridas, en la nueva plaza de toros, construida junto a la Real Casa de la Misericordia (actual sede de la DGA), antiguo hospital para pobres, al que se destinan los beneficios de las entradas de los toros. Las obras del templo del Pilar van ya muy avanzadas.

Francisco y su hermano Tomás reciben su confirmación en la iglesia de San Gil. Probablemente, estudió en las Escuelas Pías.

En 1757, dejan la casa de la calle Morería Cerrada (hipotecada desde la época de su reforma) y la familia Goya pasa a vivir de alquiler, cambiando con frecuencia de residencia.

Se han localizado todas las casas en las que vivieron, la mayoría en el entorno del Coso Bajo (que en aquellos años recibía el nombre de Piedras del Coso, por las que quedaban de la muralla romana), aunque solamente dos de ellas se mantienen en pie.

En la plaza de San Miguel vivieron entre 1769 y 1771, justo antes de que Francisco partiera a Italia, en su viaje de formación.

Coincidiendo con dicho viaje, la familia pasó a vivir en la calle Heroísmo, 49 (entonces llamada de la Puerta Quemada), que él, probablemente, no llegó a habitar.
Hoy, ambas se encuentran muy transformadas, debido a las reformas realizadas durante el siglo XIX.

Ya vivendo en Madrid, Goya y su esposa se alojaron en la esquina del Coso y la calle Alfonso I (Casa Molins), mientras el pintor trabajaba en sus frescos de la basílica del Pilar.

Desde los trece años, Goya asiste a la Academia de Dibujo, instalada en los bajos de la casa del Conde de Fuentes, origen de la Academia de Bellas Artes de San Luis. Comenzaba así su aprendizaje de la mano de José Luzán, el mayor pintor aragonés del momento.

En 1771, tras regresar de su viaje a Italia, recibe su primer encargo de importancia: las pinturas de la bóveda del coreto de El Pilar. Seguidamente realizó los frescos de la Cartuja de Aula Dei.

A los veintisiete años, se casa en Madrid con Josefa Bayeu y, aunque vivirán un tiempo en Zaragoza, en enero de 1775 se trasladan definitivamente a la capital del Reino. Pese a ello, Goya regresará en diferentes ocasiones, e incluso, en 1781, pasará seis meses en su ciudad, realizando los frescos de la cúpula Regyna Martyrum de la basílica de El Pilar.
De entre los personajes relevantes de la Zaragoza de la época, que tuvieron relación con Goya, cabe destacar alguno.
El primero, Ramón de Pignatelli, canónigo y regidor de la Real Casa de Misericordia, miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, rector de la Universidad y creador del Canal Imperial. Desde su privilegiada posición social, protegerá al pintor durante toda su carrera.
Martín Zapater, el más íntimo amigo de Goya desde su infancia, mantuvo una continuada y personal correspondencia con el artista.
Juan Martín de Goicoecha, uno de los más importantes hombres de negocios de la ciudad.
Finalmente, Francisco Bayeu, su cuñado y uno de los mejores pintores españoles del momento, algo mayor que Goya.

Gran parte de los bustos commemorativos del artista, realizados en Zaragoza, se han basado en la efigie de Goya anciano, pintado por Vicente López en 1826, y prorrogada por el famoso busto de Benlliure (1902), base para la estatuilla de los premios cinematográficos nacionales que llevan el nombre del artista.

Algunos de los más destacados momumentos que recuerdan al pintor en su ciudad, son los siguientes:

– Busto realizado por Honorio Gª Condoy (1926), actualmente en la Plaza del Carmen.
– Escultura realizada por Manuel Arcón (1991), en la Plaza de Toros, retratado en posición de tomar apuntes del natural en la misma plaza.
– Busto realizado por Iñaki (2008), sito en la avenida que lleva el nombre del pintor.

Asimismo, el rostro de Goya aparece en varios conjuntos decorativos y arquitectónicos, importantes en la ciudad: el Colegio Gascón y Marín y el Museo de Zaragoza, sitos ambos en la Plaza de los Sitios.

MÁS INFO…

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La Puerta del Carmen

septiembre 12, 2008

En este año de apoteosis Expo y bicentenario de los Sitios, comienzo este blog dedicado a mi ciudad, Zaragoza, a sus tiempos pasados, con una entrada dedicada a la Puerta del Carmen.

Construida por el arquitecto Agustín Sanz en 1792, es una de las puertas de entrada que tenía la ciudad en el siglo XVIII y que sufrió los efectos de los Sitios.
Su estructura, a modo de arco triunfal romano, responde a modelo neoclásicos madrileños.

A lo largo de los años, pese a logar sobrevivir en pie, su aspecto y, sobre todo sus alrededores, han sufrido numerosos y variopintos cambios.

Situada en la confluencia del Paseo de Pamplona, Paseo María Agustín, Avenida de Cesar Augusto y la calle Hernán Cortés, se denominó Puerta de Baltax antes de llamarse del Carmen , es decir, «de los baños», quizás debido a la existencia de dichos baños en los campos próximos a la margen derecha de la carretera de Valencia. Era una de las varias que tenia la ciudad de Zaragoza a fines del siglo XVIII, pero a los pocos años de construirse padeció los efectos destructores de los Sitios de 1808 – 1809, como todavía se puede comprobar en su mutilada piedra. Posteriormente, en marzo de 1838, durante la primera Guerra Carlista, el ejército de Cabañero asaltó por dicha entrada la ciudad.

De 1782 data el primer proyecto, realizado por el maestro de obras Agustín Gracián, pero no pudo llevarse a efecto por problemas económicos. Por fin, a partir de 1787 se llevó a cabo el más modesto del conocido arquitecto zaragozano Agustín Sanz, concluyéndose en marzo de 1795. En la labor de cantería trabajaron los maestros Cristóbal Inchausti y Miguel Barastain.

Se trata de una sencilla puerta de piedra, cuya estructura a modo de arco triunfal romano evoca conocidos ejemplos neoclásicos madrileños. Compuesta de un cuerpo central, más alto, y dos cuerpos laterales, cada uno de ellos presenta un vano rectangular; el central, de mayor tamaño, sirvió para el tránsito de animales y vehículos y los laterales sólo para los viandantes. Su escasa representación se reduce en la fachada exterior a la piedra almohadillada, clasicista, y a su remate con decoración de bolas, de las que todavía persisten dos.

En 1908 fue declarada Monumento Histórico Nacional, con motivo de los actor del Centenario de los Sitios.

Se construyó esta puerta de tres entradas para dar consistencia y algo de nobleza a un punto de acceso que hasta entonces (1792) se había convertido en un lugar siniestro: de la anterior pendían cabezas de ajusticiados.

La nueva puerta no tuvo buena aceptación al principio. Tenía como remate un león antiestético que mandó retirar la Real Academia de San Luis.

Los franceses tuvieron que echar mano de las minas en el combate para rendirla. Y al terminar el asedio, La Puerta del Carmen quedó en pie como un símbolo de la resistencia a la invasión.

En 1908 fue decalarada Monumento Histórico Nacional.

Primero quedó separada del convento del Carmen y, en 1927, el alcalde Allué Salvador expropió la casa aneja y mandó vallarla para defenderla de los que se llevaban piedrecillas como reliquia.

Aquel día los zaragozanos colocaron flores en todas sus grietas.

La puerta se quedó en el cruce de dos paseos como mero mojón del tráfico. Los edificios la fueron dejando pequeña.

Como dato anecdótico, el 23 de febrero de 1997 un autobús colisionó de madrugada con el monumento desencajando varios sillares y poniendo en peligro su estabilidad. La puerta fue convenientemente restaurada y, en la glorieta se añadieron unas piezas protectoras para evitar futuros accidentes.

Acompaño unas fotos de la Puerta, en diferentes momentos históricos…

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